Una vaca lechera carga la mayoría de su peso en las articulaciones carpianas al tumbarse. Si esta presión le causa daño, permanecerá erguida demasiado tiempo, por lo que su bienestar se verá perturbado. Además, una base acolchada sirve para cuidar sus ubres, de las que salen una media diaria de 32 litros de leche.